Quienes practican yoga saben esto, el equilibrio entre el interior y el exterior es siempre sutil, porque estamos hechos de muchas capas y conexiones infinitas con lo que nos rodea. No se puede cuidar el cuerpo y mortificar la mente o viceversa. El yoga ha sido un gran recurso para mí durante estos meses tan largos.; para poder practicarlo online, como muchas otras disciplinas que se han trasladado a las plataformas digitales debido a Covid-19, me permitió mantener la conciencia de las tensiones acumuladas, y me dio una forma de aligerarlos, sobre todo, no me hizo perder una comunidad de personas con las que compartir una experiencia de atención y cuidado.
Uno de los aspectos sobre los que siempre se presta poca atención a la hora de hablar de prácticas físicas, deportes en particular, tomados como somos por espíritu competitivo, es el aspecto de compartir:cuerpos haciendo lo mismo, toman un ritmo común. pero aún, gran parte del beneficio que se obtiene también proviene de allí.
Sri Vasavi Yogashram Madrás
Desde el lunes 24 Que Aśvattha vuelva a abrir las puertas de su centro a miembros y miembros.
La práctica en linea en los últimos meses ha demostrado ser un recurso precioso, con todas sus limitaciones pero también con muchas posibilidades, y no solo para quedarme “conectado”…
Nos llevó a todos y cada uno de nosotros a competir con una nueva forma de practicar, crear nuevas formas de enseñar, ha abierto nuevas posibilidades de intercambio y experimentación. Fue muy agotador lidiar con la ausencia, con la soledad de dirigir un monólogo, con la imposibilidad de pasar todo, absolutamente todo, pero fue una excelente manera de liberarse de algunos patrones de rutina, como la necesidad de ver y escuchar siempre todo al mismo tiempo.
El modo en linea ciertamente ha cambiado el enfoque de los sentidos: la imposibilidad de la tridimensionalidad y de toda la información propioceptiva que nos llega cuando estamos inmersos en un entorno determina, por lo general, el predominio de un sentido, que es a menudo la vista; pero esto tropezó con una imposibilidad objetiva de predominio dados los límites de medio, al menos en nuestro sistema de transmisión poco profesional. Así que confía en la palabra, palabra escuchada sin ser confirmada por la visa, era en sí mismo una práctica. Palabra necesaria, capaz de liderar pero no agobiar, capaz de ser exhaustivo, llegar claro.
Y luego la experiencia de crear un espacio doméstico para ser elegido śāla – sala de práctica, connotando en parte el espacio de una manera más “acogedor” mamá, especialmente, connotando a nosotros mismos a esa actitud de acogida. Hacer espacio alrededor es hacer espacio en el interior, encuentra un pequeño Santo de los Santos dentro de nosotros y nos autoriza a entrar.
De esta manera hemos alimentado la llama de ese hacer juntos que es la práctica. Yoga: ciertamente una práctica individual, que no acaba con el momento “en la estera” con que frecuencia quieres recordar. Algo más profundo y omnipresente, enraizándose como las malas hierbas más vigorosas, capaz de colarse en cada pliegue y cada grieta, más aún si lo practicáramos en casa.
Desde el lunes 24 volveremos a practicar juntos en presencia, dando un poco’ de oxigeno a la llama, aportando lo que hemos vivido y descubierto en los últimos meses en el espacio de compartir, ese “hacer juntos” que marca el ritmo de lo que se pone en común, son los cuerpos, son las almas, vibrando en sintonía.
No podemos esperar!
Manu & Albiji
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